Verificar que las luminarias estén correctamente instaladas y en funcionamiento.
Controlar que no haya obstrucciones que impidan la correcta iluminación de las áreas críticas.
Revisar que se cumpla con la intensidad lumínica mínima requerida en las áreas críticas.
Comprobar que no haya zonas con sombras que puedan afectar la visibilidad.
Verificar que los dispositivos de seguridad y señalización estén correctamente iluminados.
Controlar que los carteles informativos sean claramente visibles.
Revisar que no haya deslumbramientos que puedan afectar la visión en las áreas críticas.
Verificar que se cumpla con la uniformidad de iluminación en las áreas críticas.
Controlar que no haya reflejos molestos en pantallas, monitores u otras superficies.
Revisar que los controles de iluminación estén accesibles y en buen estado.
Verificar que no haya fugas de luz que puedan causar deslumbramientos.
Controlar que los equipos de iluminación estén protegidos contra daños mecánicos.
Revisar que las áreas críticas cuenten con iluminación de emergencia funcional.
Verificar que los puntos de luz estén distribuidos de manera estratégica para evitar sombras.
Controlar que se cumpla con los requisitos de mantenimiento preventivo de las luminarias.
Revisar que los cables y conexiones eléctricas estén protegidos adecuadamente.
Verificar que las luminarias cuenten con dispositivos de regulación de intensidad lumínica.
Controlar que las áreas críticas estén debidamente señalizadas en caso de corte de energía.
Revisar que se cuente con un plan de contingencia para garantizar la iluminación en caso de fallos.
Verificar que se realicen inspecciones periódicas para asegurar el cumplimiento de las normativas de iluminación.