Realizar una evaluación inicial del estado físico del participante
Establecer metas claras y alcanzables con el participante
Diseñar un programa de ejercicio personalizado
Educación sobre la importancia de la actividad física
Brindar instrucciones claras sobre la ejecución de cada ejercicio
Revisar la técnica del participante durante la realización de los ejercicios
Proporcionar retroalimentación constante y motivación al participante
Monitorear el progreso y ajustar el programa según sea necesario
Establecer un calendario de sesiones de ejercicio
Registrar la asistencia y participación en cada sesión
Proporcionar recomendaciones nutricionales complementarias
Incluir variedad de ejercicios para mantener la motivación
Promover la hidratación adecuada antes, durante y después del ejercicio
Fomentar la realización de ejercicios de calentamiento y enfriamiento
Organizar sesiones grupales de ejercicio para promover la interacción social
Brindar opciones de ejercicios adaptados a las necesidades específicas de cada participante
Evaluar la satisfacción y el feedback de los participantes de forma periódica
Mantener un registro del histórico de ejercicios y progreso de cada participante
Realizar una evaluación post-programa para medir los resultados alcanzados
Brindar recomendaciones para continuar con un estilo de vida activo luego del programa