Verificar que el almacén esté limpio y libre de plagas
Revisar la temperatura y humedad del almacén
Inspeccionar los productos para detectar posibles daños o signos de deterioro
Separar los productos por tipo y fecha de vencimiento
Etiquetar claramente cada tipo de producto con su fecha de vencimiento
Mantener un registro de la cantidad de cada producto almacenado
Verificar que los productos estén correctamente embalados para su almacenamiento
Controlar la entrada y salida de productos del almacén
Realizar inventarios periódicos para verificar el stock disponible
Implementar un sistema de rotación de productos para garantizar la frescura
Almacenar los productos en estantes o palets, evitando el contacto directo con el suelo
Mantener un control de plagas de forma preventiva
Proporcionar una ventilación adecuada en el almacén para evitar condensación
Verificar que no haya productos caducados en stock
Capacitar al personal encargado del almacenamiento en buenas prácticas agrícolas
Contar con un plan de emergencia en caso de irregularidades en el almacenamiento
Mantener un control de acceso al almacén para personas no autorizadas
Establecer un área específica para productos químicos o peligrosos, alejada de los productos agrícolas
Realizar pruebas de calidad de forma regular a los productos almacenados
Implementar un protocolo de limpieza y desinfección periódica del almacén