Establecer metas claras y alcanzables para el empleado
Brindar retroalimentación constante sobre el desempeño
Evaluar la capacidad de trabajo en equipo del empleado
Reconocer los logros y esfuerzos del empleado
Identificar áreas de mejora y proponer soluciones
Definir claramente las responsabilidades del empleado
Evaluar la capacidad de adaptación al cambio del empleado
Establecer un plan de desarrollo individualizado
Mantener reuniones periódicas de seguimiento
Proporcionar recursos y herramientas necesarias para el éxito
Fomentar la comunicación abierta y honesta
Evaluar la capacidad de resolución de problemas del empleado
Promover un ambiente de trabajo inclusivo y diverso
Revisar los resultados alcanzados en relación a las metas establecidas
Establecer expectativas claras desde el inicio
Promover la innovación y la creatividad
Realizar evaluaciones de desempeño de manera objetiva
Brindar oportunidades de crecimiento y desarrollo profesional
Incentivar la autogestión y la responsabilidad individual
Celebrar los logros y hitos alcanzados