Definir el alcance del proyecto.
Identificar los recursos necesarios.
Establecer un presupuesto inicial.
Realizar un seguimiento de los costos durante todo el proyecto.
Comparar regularmente los costos reales con el presupuesto inicial.
Analizar las desviaciones y tomar medidas correctivas si es necesario.
Actualizar el presupuesto conforme evoluciona el proyecto.
Registrar y documentar todos los costos incurridos.
Revisar el impacto de los costos en el cronograma del proyecto.
Evaluar si es necesario realizar ajustes en el presupuesto.
Obtener aprobaciones para cambios significativos en el presupuesto.
Revisar la rentabilidad del proyecto en función de los costos.
Establecer un sistema de gestión de costos claro y eficiente.
Capacitar al equipo en la gestión de costos.
Realizar informes periódicos sobre la situación de los costos.
Incluir un margen de contingencia en el presupuesto.
Verificar la correcta asignación de los costos a las partidas correspondientes.
Utilizar herramientas de software especializadas en gestión de costos.
Realizar análisis de valor para optimizar los costos sin perder calidad.
Auditar periódicamente los registros de costos para detectar posibles errores.