Verificar que todas las rejas estén instaladas correctamente
Revisar que no haya rejas oxidadas
Comprobar que las cerraduras de las rejas funcionen correctamente
Revisar que las rejas no presenten fisuras o daños estructurales
Verificar que las rejas estén limpias y libres de obstrucciones
Comprobar que las bisagras de las rejas estén en buen estado
Revisar que no haya holguras en las rejas al estar cerradas
Verificar que las rejas no tengan corrosión
Comprobar que los seguros de las rejas funcionen correctamente
Revisar que las rejas estén niveladas y alineadas correctamente
Verificar que las rejas no presenten desgaste excesivo
Revisar que los mecanismos de apertura y cierre de las rejas estén en buen estado
Comprobar que no haya objetos que impidan el cierre completo de las rejas
Revisar que las rejas no produzcan ruidos anormales al abrir o cerrar
Verificar que todas las rejas estén debidamente pintadas para evitar la corrosión
Comprobar que las rejas estén correctamente ancladas al suelo o a la pared
Revisar que las rejas no presenten deformaciones
Verificar que los topes de las rejas estén en buen estado y sean efectivos
Comprobar que la apertura de las rejas no esté obstaculizada por plantas u objetos
Revisar que no haya indicios de intento de forzar las rejas