Verificar que los ladrillos tengan dimensiones uniformes
Medir la longitud de cada ladrillo
Medir el ancho de cada ladrillo
Medir la altura de cada ladrillo
Revisar que no haya grietas visibles en la superficie de los ladrillos
Verificar que los bordes de los ladrillos estén rectos
Contar la cantidad de agujeros en cada ladrillo
Medir el diámetro de los agujeros en los ladrillos
Comprobar que no haya ladrillos rotos en el lote
Revisar que la resistencia de compresión de los ladrillos esté dentro de los estándares especificados
Verificar que los ladrillos tengan una apariencia homogénea en cuanto a color
Medir el peso de cada ladrillo
Comprobar que los ladrillos emitan un sonido metálico al ser golpeados entre sí
Verificar que los ladrillos estén correctamente cocidos
Revisar que no haya irregularidades en la superficie de los ladrillos
Medir la absorción de agua de los ladrillos
Verificar que los ladrillos estén correctamente apilados y almacenados
Revisar que la etiqueta de cada ladrillo contenga toda la información requerida
Realizar pruebas de resistencia a la compresión en muestras aleatorias
Registrar los resultados de las pruebas en un informe detallado