Verificar que la columna esté recta y no presente curvaturas visibles
Medir la altura de la columna con un metro y verificar que coincida con la especificación del diseño
Inspeccionar visualmente si hay grietas, nudos sueltos o cualquier otro daño en la superficie de la columna
Revisar que la base de la columna esté en buen estado y no presente signos de deterioro
Verificar que la columna esté bien anclada tanto en la parte superior como en la inferior
Medir el diámetro de la columna en varios puntos para asegurar que sea uniforme
Comprobar que no haya presencia de insectos u hongos que puedan dañar la madera
Inspeccionar las conexiones de la columna con otras estructuras para garantizar su estabilidad
Verificar que la madera de la columna esté tratada contra la humedad y la putrefacción
Medir la distancia entre la columna y otras estructuras adyacentes para evitar posibles interferencias
Inspeccionar si hay señales de deformación o inclinación en la columna
Verificar que la columna esté correctamente alineada con el resto de la estructura
Revisar que los extremos de la columna estén protegidos contra daños mecánicos
Medir la distancia desde el suelo hasta el primer punto de apoyo de la columna para verificar su estabilidad
Inspeccionar la superficie de la madera en busca de signos de pudrición o deterioro por agentes externos
Verificar que la columna esté pintada o barnizada para protegerla de factores ambientales
Medir la sección transversal de la columna para confirmar que cumple con las especificaciones del diseño
Inspeccionar si existen marcas o daños evidentes provenientes del transporte o la instalación
Verificar que no haya signos de corrosión en las conexiones metálicas de la columna
Medir la verticalidad de la columna con un nivel para asegurar su correcta posición