Verificar el estado del suelo
Preparar la tierra removiéndola
Seleccionar las semillas a sembrar
Determinar la distancia de siembra
Realizar surcos en la tierra con la distancia establecida
Colocar las semillas en los surcos
Cubrir las semillas con tierra suavemente
Regar la zona de siembra de forma uniforme
Mantener la humedad del suelo
Proteger las semillas de plagas y animales
Revisar periódicamente el estado de las plántulas
Asegurarse de que las plántulas reciban la luz solar adecuada
Fertilizar el suelo si es necesario
Eliminar malas hierbas que puedan competir con las plántulas
Proteger las plántulas de condiciones climáticas extremas
Realizar riegos regulares según las necesidades de las plantas
Controlar el crecimiento de las plantas para evitar amontonamientos
Aplicar pesticidas orgánicos si es necesario para combatir plagas
Cosechar los cultivos en el momento adecuado
Registrar los resultados de la siembra para futuras referencias