Realizar una evaluación de riesgos alimentarios
Crear un plan de análisis de peligros y puntos críticos de control (HACCP)
Implementar medidas preventivas para minimizar los riesgos identificados
Establecer un programa de capacitación para el personal en prácticas seguras de manipulación de alimentos
Mantener registros de monitoreo y acciones correctivas
Tener un plan de verificación para comprobar el cumplimiento FSMA
Realizar auditorías internas periódicas
Implementar controles para prevenir la contaminación intencional de alimentos
Establecer un sistema de retiro de productos en caso de ser necesario
Actualizar regularmente las prácticas y procedimientos de acuerdo a cambios en la normativa
Mantener un registro de proveedores y realizar evaluaciones de estos
Contar con un plan de defensa alimentaria para proteger contra actos intencionales
Realizar pruebas y análisis de laboratorio de forma regular
Tener un sistema de notificación de incidentes y retiro de productos
Revisar y actualizar el plan HACCP anualmente
Establecer criterios de calidad y seguridad de proveedores
Contar con medidas de seguridad en las instalaciones de almacenamiento
Desarrollar un plan de respuesta en caso de crisis alimentaria
Capacitar regularmente al personal en temas de seguridad alimentaria
Realizar pruebas de trazabilidad de productos