Inspeccionar regularmente las áreas de almacenamiento de alimentos
Revisar la fecha de caducidad de los productos
Etiquetar correctamente todos los alimentos y productos almacenados
Mantener los espacios de almacenamiento limpios y ordenados
Revisar la calidad de los alimentos antes de cocinarlos
Utilizar las sobras de manera eficiente en nuevos platillos
Controlar las porciones para evitar excesos de comida preparada
Implementar un sistema de compostaje para desechos orgánicos
Revisar los niveles de inventario regularmente para evitar excesos
Capacitar al personal sobre la importancia de reducir desperdicios
Reducir el uso de envases desechables en la cocina
Donar alimentos en buen estado a organizaciones benéficas locales
Revisar las técnicas de preparación para minimizar desechos
Usar equipos de medición para evitar preparar más comida de la necesaria
Registrar y analizar los desperdicios generados para identificar patrones
Establecer metas de reducción de desperdicios y dar seguimiento a los progresos
Crear una política de devolución de alimentos para reaprovechamiento
Fomentar la creatividad en la cocina para aprovechar al máximo los ingredientes
Evaluar la posibilidad de utilizar alimentos menos tradicionales en los platillos
Realizar auditorías periódicas para verificar el cumplimiento de las medidas anti-desperdicio