Verificar que el diseño estructural cumpla con las normativas de construcción antisísmica vigentes
Revisar que los materiales a utilizar sean de calidad y resistentes a sismos
Inspeccionar la correcta cimentación de la estructura
Confirmar la instalación adecuada de refuerzos estructurales como vigas y columnas
Evaluar la conexión apropiada entre los elementos estructurales
Verificar que se hayan utilizado materiales flexibles para permitir cierto grado de movimiento
Revisar la correcta distribución de los elementos de carga a lo largo de la estructura
Confirmar la existencia de sistemas de aislamiento sísmico adecuados
Inspeccionar la presencia de dispositivos de disipación de energía para absorber impactos
Verificar que los anclajes y conexiones sean resistentes y estén correctamente instalados
Revisar que los muros de contención estén debidamente diseñados y construidos
Evaluar la presencia de sistemas de evacuación y protección contra incendios
Verificar que las estructuras no presenten fisuras o debilidades evidentes
Inspeccionar la correcta impermeabilización de la estructura para prevenir daños por agua
Revisar que los elementos no estructurales estén debidamente asegurados para minimizar riesgos
Evaluar la resistencia de los sistemas de techado ante eventos sísmicos
Confirmar la buena señalización de rutas de evacuación y zonas seguras
Verificar que se hayan realizado simulacros de evacuación y capacitación al personal
Inspeccionar la existencia de equipos de primeros auxilios y comunicación en puntos estratégicos
Revisar que se cuente con un sistema de monitoreo y alerta temprana de eventos sísmicos