Verificar que el sistema de recolección de agua de lluvia esté limpio y sin obstrucciones
Revisar que los canalones y bajantes estén en buen estado y libres de obstrucciones
Verificar que el filtro del sistema esté limpio y funcionando correctamente
Revisar que el sistema de almacenamiento de agua esté hermético y sin filtraciones
Comprobar que el sistema de desinfección (si aplica) esté operando de manera adecuada
Verificar que los materiales utilizados en el sistema sean adecuados para el tratamiento del agua de lluvia
Inspeccionar que no haya presencia de residuos o contaminantes en el agua almacenada
Verificar que el sistema de distribución de agua esté correctamente etiquetado
Comprobar que se realizan pruebas periódicas de calidad del agua según normativa vigente
Revisar que exista un plan de mantenimiento preventivo para el sistema de potabilización
Verificar que el equipo de potabilización esté debidamente certificado por autoridades competentes
Inspeccionar que el agua tratada cumple con los estándares de potabilidad establecidos
Revisar que el sistema de potabilización cuente con un sistema de respaldo en caso de fallos
Verificar que se registren los resultados de las pruebas de calidad del agua de manera sistemática
Comprobar que el personal encargado del sistema de potabilización esté debidamente capacitado
Revisar que las instrucciones de operación y mantenimiento del sistema estén disponibles y actualizadas
Verificar que el sistema de potabilización cuente con un sistema de monitoreo continuo del agua
Comprobar que se cuenta con un plan de emergencia ante posibles contaminaciones del agua de lluvia
Revisar que se realice un seguimiento documentado de los consumos y usos del agua potable
Verificar que se cuente con un sistema de alerta temprana ante posibles fallas en el sistema de potabilización