Verificar que los sistemas de riego estén correctamente instalados
Revisar que los canales de riego estén despejados de obstrucciones
Comprobar que los filtros de agua estén limpios y en buen estado
Evaluar la presión del agua en los sistemas de riego
Verificar la uniformidad de la distribución del agua en los cultivos
Revisar el estado de las bombas de agua utilizadas en el riego
Comprobar que los programadores de riego estén funcionando correctamente
Evaluar la eficiencia del riego en función del consumo de agua por cultivo
Verificar que no existan fugas en el sistema de riego
Revisar que los aspersores o goteros estén en buen estado y correctamente distribuidos
Comprobar la calidad del agua utilizada para el riego
Evaluar la humedad del suelo antes y después de cada riego
Verificar que se esté respetando el calendario de riegos establecido
Revisar que los drenajes estén funcionando adecuadamente
Comprobar que se estén aplicando las cantidades adecuadas de nutrientes en el riego
Evaluar el impacto ambiental del sistema de riego utilizado
Verificar que se estén cumpliendo las normativas locales en cuanto al uso del agua para riego
Revisar que los sistemas de riego cuenten con medidas de ahorro y eficiencia energética
Comprobar que se esté realizando un monitoreo constante de la eficacia del riego
Evaluar la rentabilidad del sistema de riego en función de los resultados de los cultivos