Verificar que se cuente con un plan de manejo de residuos peligrosos actualizado.
Identificar adecuadamente los tipos de residuos peligrosos generados en la obra.
Disponer de recipientes adecuados para la segregación de residuos peligrosos.
Capacitar al personal sobre el manejo adecuado de los residuos peligrosos.
Mantener un registro de la cantidad de residuos peligrosos generados y dispuestos.
Verificar que los residuos peligrosos sean recogidos por personal autorizado.
Garantizar que los residuos peligrosos sean transportados a un lugar de disposición final autorizado.
Realizar análisis periódicos de los residuos peligrosos generados en la obra.
Implementar medidas de prevención de derrames y fugas de residuos peligrosos.
Contar con un protocolo de emergencia en caso de incidentes con residuos peligrosos.
Verificar que los trabajadores utilicen los EPP adecuados al manejar residuos peligrosos.
Etiquetar claramente los recipientes que contienen residuos peligrosos.
Mantener actualizada la hoja de seguridad de los residuos peligrosos utilizados en la construcción.
Realizar inspecciones regulares en áreas de almacenamiento de residuos peligrosos.
Comprobar que se cumplan con las normativas locales y nacionales sobre manejo de residuos peligrosos.
Implementar un sistema de gestión de residuos peligrosos documentado y comunicado al personal.
Contar con un plan de contingencia para desechos inesperados o desconocidos en la obra.
Disponer de un área de almacenamiento temporal de residuos peligrosos segura y señalizada.
Realizar auditorías internas periódicas del manejo de residuos peligrosos en la obra.
Mantener un registro de las empresas autorizadas para el tratamiento de residuos peligrosos.