Verificar que el extractor o ventilador esté apagado antes de comenzar el mantenimiento
Inspeccionar visualmente el estado de las aspas del extractor
Limpiar el polvo acumulado en las rejillas de ventilación
Revisar que no haya obstrucciones en el conducto de extracción
Comprobar que el motor del extractor funcione correctamente
Aplicar lubricante a los rodamientos del extractor si es necesario
Verificar que los tornillos de fijación estén bien apretados
Limpiar el filtro de grasa del extractor con agua caliente y detergente
Revisar el sistema eléctrico del extractor en busca de posibles fallos
Medir la velocidad de extracción de aire con un anemómetro
Comprobar que la salida de aire exterior esté despejada
Verificar que no haya acumulación de grasa en el interior del extractor
Limpiar los conductos de ventilación con un equipo especializado
Reemplazar los filtros de carbono activo si es un sistema de recirculación
Realizar una inspección de seguridad general del sistema de ventilación
Registrar la fecha y hora del mantenimiento realizado
Documentar cualquier anomalía encontrada durante el mantenimiento
Entregar un informe detallado al responsable de mantenimiento
Programar la siguiente revisión de mantenimiento preventivo
Verificar que todos los componentes del extractor estén correctamente instalados