Verificar la correcta inclinación de los conductos
Inspeccionar la correcta fijación de los soportes de los conductos
Revisar que las juntas entre los conductos estén selladas adecuadamente
Verificar la ausencia de obstrucciones en los conductos
Inspeccionar que los conductos estén libres de corrosión
Verificar que no haya fugas en ninguna conexión de los conductos
Asegurarse de que los conductos estén correctamente identificados
Revisar el correcto dimensionamiento de los conductos según el caudal a drenar
Verificar que los conductos estén ubicados en las áreas designadas en los planos
Inspeccionar que los conductos estén protegidos contra daños mecánicos
Verificar que los conductos estén a la altura adecuada según las especificaciones
Revisar que los conductos no presenten deformaciones o fisuras
Asegurarse de que no haya interferencias con otros servicios en el trayecto de los conductos
Verificar que los conductos estén correctamente apantallados en zonas expuestas
Inspeccionar que los pozos de inspección estén colocados en las ubicaciones adecuadas
Revisar que los pozos de inspección cuenten con tapas herméticas y seguras
Asegurarse de que los conductos de desagüe cuenten con la pendiente necesaria para el correcto drenaje
Verificar que se haya realizado la prueba de estanqueidad correspondiente a los conductos
Inspeccionar que los conductos estén correctamente conectados a la red de alcantarillado o sistema de drenaje correspondiente
Realizar la verificación final con el responsable de la instalación antes de poner en funcionamiento los conductos de desagüe