Identificar las posibles plagas y enfermedades presentes en el cultivo
Mapear las zonas afectadas por las plagas y enfermedades
Determinar el nivel de infestación o daño causado
Seleccionar las medidas de control más adecuadas
Establecer un plan de manejo integrado de plagas y enfermedades
Implementar medidas preventivas para evitar futuros brotes
Monitorear regularmente la presencia de plagas y enfermedades
Registrar los resultados de los monitoreos realizados
Capacitar al personal involucrado en la detección y control de plagas
Mantener registros actualizados de los productos utilizados en el control de plagas
Realizar inspecciones periódicas en el cultivo para detectar signos de plagas y enfermedades
Evaluar la efectividad de las medidas de control aplicadas
Implementar rotación de cultivos para prevenir la acumulación de plagas específicas
Garantizar la correcta aplicación de productos fitosanitarios
Mantener la higiene y limpieza en el entorno del cultivo para reducir refugios de plagas
Utilizar métodos de control biológico en lugar de químicos cuando sea posible
Establecer un sistema de alerta temprana para detectar nuevos brotes de plagas
Realizar análisis de suelo y plantas para prevenir enfermedades nutricionales
Mantener un registro de las condiciones climáticas que favorecen la proliferación de plagas
Involucrar a especialistas en agronomía para asesoramiento en el manejo de plagas y enfermedades