Separar los utensilios por material (metal, madera, plástico)
Remojar los utensilios en agua caliente y jabón
Fregar los utensilios con esponja suave
Enjuagar los utensilios con agua caliente
Secar los utensilios con un paño limpio y seco
Revisar que no queden restos de comida en los utensilios
Verificar que no haya manchas o residuos de grasa
Inspeccionar el estado de los mangos y asas
Revisar la integridad de los filos de cuchillos
Comprobar que los utensilios de metal no tengan oxidación
Limpiar los utensilios con productos específicos para su material
Desinfectar los utensilios con una solución antibacterial
Almacenar los utensilios en un lugar seco y bien ventilado
Evitar almacenar utensilios de madera en lugares húmedos
Reemplazar los utensilios dañados o desgastados
Revisar la fecha de caducidad de los productos de limpieza
Repetir el proceso de limpieza al menos una vez por semana
Etiquetar los utensilios para identificar su uso específico
Capacitar al personal sobre el correcto cuidado de los utensilios
Mantener un inventario actualizado de los utensilios de cocina