Verificar que los accesos a los gasoductos estén correctamente señalizados y despejados.
Revisar que las válvulas de seccionamiento estén operativas y correctamente identificadas.
Verificar que las instalaciones eléctricas de las estaciones y accesos estén en buen estado.
Revisar que los sistemas de vigilancia y detección de fugas estén operativos y calibrados.
Inspeccionar visualmente el estado de las tuberías y estructuras de soporte.
Comprobar que los dispositivos de seguridad ante sobrepresión estén en funcionamiento.
Verificar que se haya realizado la inspección interna de los gasoductos según lo establecido.
Revisar los planes de emergencia y su vigencia.
Verificar que se cuente con el registro actualizado de intervenciones y mantenimientos.
Inspeccionar que las áreas de servidumbre estén despejadas y libres de obstáculos.