Idealmente, se deben realizar de forma regular, dependiendo de la etapa del proyecto y su complejidad, para mantener el control y la eficiencia.
Identificar los objetivos y alcance del proyecto financiero
Definir el presupuesto y recursos necesarios
Establecer un plan de trabajo detallado
Asignar responsabilidades a los miembros del equipo
Realizar un análisis de riesgos financieros
Implementar controles internos para el seguimiento del proyecto
Evaluar la rentabilidad esperada del proyecto
Garantizar el cumplimiento de las regulaciones financieras
Establecer métricas de éxito y monitoreo
Realizar informes periódicos de avance y desempeño
Revisar y ajustar el presupuesto según sea necesario
Gestionar adecuadamente el flujo de efectivo
Garantizar la confidencialidad de la información financiera
Capacitar al equipo en temas financieros relevantes
Realizar reuniones regulares de seguimiento del proyecto
Actualizar el plan de trabajo ante desviaciones significativas
Establecer un sistema de archivo y documentación adecuado
Realizar una revisión final al cierre del proyecto
Obtener retroalimentación del equipo para futuros proyectos financieros
Documentar lecciones aprendidas y mejores prácticas