Definir claramente los objetivos del proyecto
Establecer un cronograma detallado de actividades
Asignar responsabilidades a los miembros del equipo
Realizar un análisis de riesgos y establecer estrategias de mitigación
Identificar los recursos necesarios para la ejecución del proyecto
Desarrollar un plan de comunicación interna y externa
Establecer métricas de seguimiento y control del avance del proyecto
Realizar reuniones periódicas de seguimiento con el equipo
Garantizar la satisfacción de los stakeholders involucrados
Implementar un sistema de gestión de cambios
Realizar pruebas de calidad de forma regular
Asegurar la seguridad de la información y los sistemas involucrados
Realizar evaluaciones de desempeño del equipo y de los proveedores
Actualizar la documentación del proyecto de forma constante
Gestionar de forma eficiente los cambios en el alcance del proyecto
Realizar una revisión post-implementación para evaluar lecciones aprendidas
Recopilar feedback de los usuarios finales para futuras mejoras
Implementar un plan de continuidad del negocio ante posibles contratiempos
Realizar una auditoría de cierre para validar la finalización del proyecto
Celebrar logros y reconocer el esfuerzo del equipo al finalizar el proyecto